Fechas módulo: 4, 11, 18 y 25
Qué mejor presentación de este pensador que el modo como él mismo dice de su concepción
del Psicoanálisis frente al público nipón. Allí el valor de la palabra como moneda de cambio en
la labor del análisis, el gran Otro y el sujeto de deseo se dan cita para pensarlos en su valor.
Cómo eludir ocuparnos de un constructo teórico que atraviesa como ninguno, la totalidad de
su enseñanza: el estadio del espejo. «Hallazgo iniciático cargado de consecuencias para su
noción del yo y la radical ajenidad que le constituye. Carácter especular y alienante de la
constitución del yo que, necesitado de la imagen para crearse, arroja como correlato la
agresividad. Desgarro originario que contiene los imaginarios de completud y aniquilación, de
la que la relación con el semejante surge como su heredera».
Finalmente nos ocuparan los registros de lo imaginario, simbólico y real. Registros que
reordenan las nociones freudianas de deseo, falta y falo. Nociones que en su pensamiento
adquieren un valor estructural.