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Historia y comienzos de la Asociación Psicoanalítica del Uruguay

Los comienzos del Psicoanálisis en Uruguay, y, por ende, los antecedentes de APU, son ubicados, según Mercedes Freire de Garbarino, en los años 1944-1945, y son atribuidos al Dr. Valentín Pérez Pastorini.

La muerte prematura del doctor Pérez Pastorini deja a los doctores Rodolfo Agorio y Gilberto Kolhaas como las figuras que lograron congregar a los interesados en el Psicoanálisis en el Uruguay de aquellos años. El Psicoanálisis iba logrando despertar más interés y más adeptos. En 1950 se forma un grupo de estudio alrededor del Dr. Agorio que, según Mercedes Freire de Garbarino, constituyó el punto de partida de nuestra institución.

Por aquellos años, los interesados en iniciar la formación como Psicoanalistas tenían como referencia a la Asociación Psicoanalítica Argentina -APA. Es así, que el grupo de uruguayos interesados en formarse como Psicoanalistas invitó a dos analistas franceses, didactas de APA: Willy y Madeleine Baranger. Ambos residían en Buenos Aires y aceptaron radicarse en Montevideo para comenzar la formación del grupo uruguayo en 1954.

Willy y Madeleine Baranger

En 1955 el grupo firma el acta fundacional, y en 1956 APU consigue la personería jurídica.

Acta fundacional APU

Imagen de la primera página del acta fundacional de APU

Obtenida la personería jurídica se inician los seminarios de formación de analistas a cargo de Willy y Madeleine Baranger, comenzando de este modo la formación de Psicoanalistas en Uruguay, primeros pasos del Instituto de Psicoanálisis de APU.

Ya en aquellos años se comenzó a editar la RUP, revista científica de APU, que ha permanecido editándose en forma ininterrumpida desde 1956 hasta el presente.

El reconocimiento de la Asociación Psicoanalítica Internacional -API- llegó en 1961.

Al día de hoy se reconoce en nuestra institución la impronta que nos legó este grupo fundador “un grupo de gente curiosa y estudiosa, interesados en todas las producciones culturales y especialmente sensibles a todos los aspectos de la condición humana, pionero del Psicoanálisis en el hospital y en las policlínicas psiquiátricas, en las aulas de la Facultad de Medicina y de la Facultad de Humanidades, en la Pediatría con la creación de la Psiquiatría Infantil como especialidad, en Neurología con la creación de un Departamento de Neuropsicología, en el Departamento Educación Médica de la Facultad de Medicina y la innovación del nuevo plan de estudios, en la Oficina Médica de la Salud de la Universidad de la República y el funcionamiento de grupos de análisis en la guardia y policlínicas de Salud Pública, en Asignaciones Familiares y en distintos eventos de la vida cultural del país”. Dejando constancia de un grupo pensante, activo, creativo, y muy comprometido con la realidad de su país.

Foto de fundadoras y fundadores de APU

Una fuerte influencia kleiniana marcó los primeros años en la formación de los analistas. Para abrirse luego, en la década de los 70, al estudio de los textos freudianos, que marcaron, y marcan aún hoy, una impronta central en la formación. Años más tarde llegará la escuela francesa, con la influencia de Jacques Lacan. Luego se fueron incorporando pensamientos de otros autores post-freudianos. En el momento actual encontramos en nuestra institución la coexistencia de diversos modelos teóricos dentro del Psicoanálisis; pluralidad que es un sello muy querido para nuestra institución.

En los años entre 1972 y 1974 se conformó un grupo de estudio para trabajar sobre la formación y la estructura institucional. Fue un grupo de trabajo integrado por todos los niveles dentro de la APU. El resultado fue una propuesta que introdujo cambios radicales en la estructura y en los planes de formación. Tal propuesta fue presentada en el congreso didáctico de Río de Janeiro, de 1974. Nos interesa destacar que dentro de los cambios realizados se apostó a un funcionamiento sostenido en grupos de funciones. Estos convocan a la participación de todos los integrantes de la institución, promoviendo un ejercicio constante de reflexión respecto de la práctica analítica y sus modelos teóricos, respecto de las tareas inherentes a cada grupo (Analistas, Supervisores, Docentes), favoreciendo un funcionamiento democrático, en un diálogo permanente entre colegas.

Pero no sólo en el ámbito del Instituto de Psicoanálisis se privilegió la reflexión grupal. La APU ha sostenido y sostiene una variada y prolífera actividad en Grupos de Estudios y Laboratorios, donde la teoría y la práctica analítica son tomadas como objeto de estudio e investigación, en un enriquecedor diálogo intergeneracional.

También desde hace años, la APU sostiene una actividad de estudio, investigación, reflexión y debate, llamado “La Científica de los viernes” espacio en el que se organizan exposición de trabajos, a veces de presentación interna, a veces de presentación abierta al público. En ellas se tratan temas relativos al Psicoanálisis e intereses afines. Es un espacio que convoca a una gran parte de la población de APU y que constituye una instancia de diálogo y debate entre los diversos modos de pensar el Psicoanálisis que coexisten en nuestra institución y entre las diversas generaciones. Es entendido como un espacio de formación permanente para todos los integrantes de la Institución.

Otras actividades que APU lleva delante son las organizadas por el Centro de Intercambio, creado en 1993, actualmente denominado “Centro de Intercambio (CDI) Pola Hoffnung” en honor a su creadora. Es un ámbito de apertura a la comunidad, a las realidades sociales que nos rodean y a la posibilidad de ofrecer escucha psicoanalítica fuera de los márgenes del consultorio.

A fines de los 80 y principios de los 90, APU organizó una comisión para estudiar el plan de estudios del Instituto. En concordancia con las ideas anteriormente descritas, la intención fue la de armar un nuevo plan de seminarios que estimulara una participación activa de los Analistas en Formación en el diseño de su propio recorrido formativo, y de un trabajo de reflexión colectiva en grupos siempre renovados, y con entrecruces de distintas generaciones, que enriquezcan el intercambio y la formación. Así se creó el nuevo plan de estudios que se comenzó a aplicar entre los años 1992 y 1994, donde los docentes podían elegir qué seminarios ofertar y los analistas en formación pudieran decidir qué seminarios elegir, favoreciendo la creatividad desde ambos roles. Ver documento sobre la reforma

El modelo de formación del Instituto de APU denominado «Modelo Uruguayo» fue reconocido el año 2006 por el Comité de Educación de la Asociación Psicoanalítica Internacional -API, como uno de los tres modelos de formación de Psicoanalistas junto al modelo Eitingon y al Modelo Francés.

Ver agregados al Modelo Uruguayo

Ver documento sobre la frecuencia de sesiones en la práctica analítica

En la década de los 90 comenzó a surgir el interés de lograr el reconocimiento del instituto de APU como Instituto Universitario de Postgrado en Psicoanálisis, por el Ministerio de Educación y Cultura. Es así que en la asamblea extraordinaria del 28 de junio de 1997 se crea una comisión encargada de representar a la APU ante el MEC.

Luego de varios años de trabajo, el 17 de julio del 2003 el Instituto de Psicoanálisis de APU fue reconocido por el Ministerio de Educación y Cultura como Instituto Universitario de Postgrado en Psicoanálisis, y a la formación que brinda como Maestría en Psicoanálisis .

 

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